¡La reconciliación se llama un sacramento de sanación por una razón! Todos pecamos. Por eso Jesús murió en la cruz; para salvarnos de nuestros pecados! La reconciliación es una forma sacramental de admitir nuestros errores, recibir el perdón y volver a intentarlo. No hay nada más refrescante y esperanzador que ir a la Reconciliación.